No te voy a engañar, soy un poco bastante friki y me encanta trastear con cada nueva herramienta tecnológica o red social que cae en mis manos, por el simple hecho de ver cómo funciona, aunque después de un rato la deposite en el cajón de los trastos olvidados…
En ese sentido parto con la ventaja de que tengo una actitud curiosa y abierta hacia el uso de las llamadas nuevas tecnologías, lo que podría equipararme a lo que hemos denominado un ‘nativo digital’ (aquella persona que ha nacido en la era de Internet). Pero esa es quizás mi única ventaja, porque también he padecido los mismos problemas que mis compañeros sanitarios en esta nueva sociedad del conocimiento: la llamada ‘infoxicación digital’ (intoxicación por exceso de información), el a veces tedioso aprendizaje en el uso de herramientas 2.0, la baja productividad por el dispersamiento que produce la navegación sin rumbo por Internet o las redes sociales, etc. Imagino que tu también habrás sufrido algunos de ellos.
El camino ha sido más o menos largo y aunque lo he disfrutado, también reconozco que hubiera agradecido más de una ayuda a su debido tiempo, porque lo cierto es que cuando llevas un tiempo manejándote en Internet y usando con soltura estas herramientas en tu trabajo, aprendes a avanzar mucho más deprisa y cuando te quieres dar cuenta te has convertido en un auténtico knowmada de la salud.
El término knowmad o knowmada es una forma muy acertada de definir hacia dónde estamos migrando como sociedad y en lo que nos estamos convirtiendo muchos profesionales, incluidos los que trabajamos en salud, porque rompe radicalmente con el esquema tradicional de los trabajadores sanitarios, que recibíamos nuestra formación de base en la universidad, la cual complementábamos mediante cursos posteriores que normalmente servían para engordar el currículum o acceder a una plaza en propiedad y poco más.
Las nuevas reglas del juego
Nos guste más o menos, la realidad es que las reglas del juego están cambiando y nuestra zona de confort es cada vez más pequeña, por lo que aquellos profesionales que no sepan adaptarse al nuevo escenario estarán condenados a estancarse o desaparecer.
Y en este panorama el knowmada es la especie más adaptada, porque es capaz de gestionar de forma óptima el recurso más valioso que tenemos las personas y que es el conocimiento. Y si, los profesionales de la salud somos trabajadores del conocimiento, porque nos pasamos el día incorporando información que procesamos en base a nuestra experiencia y lo transformamos en conocimiento aplicable, con el objetivo de mantener o mejorar la salud de otras personas.
Pero seamos prácticos, porque me pongo a hablar de knowmadas y se me va el santo al cielo… En mi caso personal y como profesional de la salud que desarrollo mi trabajo en el ámbito de las urgencias y emergencias, ser knowmada me ha ofrecido varias ventajas:
- Soy capaz de gestionar de forma óptima la información que manejo en mi trabajo. Una de las competencias digitales más importantes a desarrollar en este nuevo escenario es la de gestión de la información, que consiste básicamente en aprender a buscar información, para después filtrar y destilar el conocimiento que más adelante aplicaremos en nuestro trabajo. En definitiva, ahora se dónde buscar, qué herramientas utilizar y he aprendido a separar el grano de la paja.
- He mejorado en mi aprendizaje informal: la formación profesional ya no está contenida dentro de los muros de ninguna institución, sino que fluye por las redes. Más de la mitad del conocimiento que utilizo en mi trabajo no proviene de la universidad o cursos de formación, sino de fuentes informales, por lo que mi red de contactos profesionales es cada día más importante y haciendo un buen uso de las redes sociales puedo cultivarla y potenciar su crecimiento.
- He definido una identidad digital y mejorado mi reputación online: no puedo evitar el hecho de que cuando escribo mi nombre en Google aparezcan varios resultados, aunque si puedo hacer que éstos sean más acordes a lo que yo quiera mostrar como profesional, construyendo una identidad digital a través del conocimiento que genero en Internet y muevo en redes sociales, lo que repercute en una mayor visibilidad y confianza (marca personal y reputación digital) en aquellas personas que saben a lo que me dedico.
- Soy mucho más ágil en todo lo que hago y mi productividad se ha disparado, porque soy capaz de hacer delante de un ordenador lo que me llevaría meses de trabajo desarrollar en un entorno presencial.
- En definitiva me estoy convirtiendo en un hacker. Esto no quiere decir que sea capaz de descifrar tu contraseña de correo o robar tus datos bancarios, sino que creo en la actitud hacker: personas apasionadas por lo que hacen y que no tienen miedo de poner su conocimiento a disposición de los demás, porque saben que eso les revertirá en su propio beneficio y obtendrán a cambio más conocimiento y una red de contactos más densa y valiosa.
Por todo ello me gustaría animarte a que tu también te conviertas en un knowmada de la salud y a que lo hagas con una actitud abierta al cambio (actitud hacker), lo que te permitirá avanzar muchísimo más deprisa. Y sobre todo que aproveches el conocimiento que te podamos ofrecer aquellos que ya hemos recorrido parte del camino, porque lo ahorrarás en tiempo y errores.
De este modo aprenderás a desarrollar las nuevas competencias digitales que demanda la sociedad actual y no solo aquellas relacionadas con la información y la comunicación, sino otras más avanzadas y que tienen que ver con el aprendizaje y la gestión del conocimiento, porque éstas son las que te diferenciarán de otros profesionales y te convertirán en un auténtico knowmada de la salud.

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